Necesito un manual de instrucciones

Nunca me había planteado hasta que punto somos complicadas. Creía que estar con una mujer debía ser más sencillo por el hecho de que es más fácil compenetrarse con una persona de tu mismo sexo. Sin embargo en muchas ocasiones las mujeres no somos tan diferentes a los hombres o al menos eso es lo que he aprendido en mis últimas experiencias. En primer lugar me resulta complicado encontrar una mujer que me atraiga en todos los sentidos. Reconozco que soy demasiado exigente ya que no solo busco un físico aceptable sino una persona que me aporte algo diferente. Hace poco conocí a una chica con la que enseguida sentí una conexión especial. Al principio me pareció sensata ya que por más que yo tonteaba ella echaba el freno porque decía que quería que las cosas fueran poco a poco. Parecía la chica perfecta hasta que le di confianza y empezó a ser excesivamente cariñosa con continuos mensajes de Buenas noches, Buenos días, ¡Que comas bien!.. No me gusta que me pongan las cosas fáciles desde un primer momento porque no me aporta ningún mérito personal conseguirlas. Tras unos días sin mostrar demasiado interés me preguntó si me pasaba algo porque había cambiado mucho en poco tiempo y le conteste que no me pasaba nada. En realidad no puedo culpar a una persona de entregarse tanto pero sin duda es superior a mí. Creo que va a tener razón una de las personas que más me conoce que dice que de las peores cosas que pueden hacer es regalarme los oídos. Así que luego está esa otra chica con la que he hablado en un par de ocasiones pero me ha demostrado que tiene principios, preciosa tanto por dentro como por fuera, que no me pone las cosas fáciles pero tampoco las descarta y.. me vuelvo loca.

Mas alla de las palabras

Cada vez estoy más convencida del poco significado que tiene un te quiero. A lo largo de mi vida he escuchado demasiadas veces estas palabras. Sin embargo pocas personas las han demostrado lo que significa que han perdido todo su valor. En cambio existe esa minoría que no me lo dicen tanto como me gustaría pero que siempre están a mi lado. Es entonces cuando me pregunto si de verdad tienen tanto valor las palabras y me contesto que no. Porque las palabras se las lleva el viento pero las emociones son las que permanecen. Por este motivo es porque últimamente no digo demasiado te quiero. Prefiero demostrarlo que al final es con lo que uno se queda..

Bienvenida ilusión

Me siento culpable por no escribir todo lo que debería pero me cuesta sacar tiempo para hacer una de las cosas que más me gustan. Últimamente antes de dormir se me acumulan miles de ideas que se acaban perdiendo por no poder plasmarlas en palabras. El tiempo está pasando demasiado rápido pero es algo que no me preocupa ya que significa que estoy disfrutando de cada pequeño momento y a su vez siendo feliz. Atrás se han quedado muchas realidades pero otras nuevas han surgido y con ellas la ilusión de continuar hacia delante. El otro día me pase toda la tarde borrando archivos, colocándolos en nuevas carpetas e intentándolos pasar a Cd’s pero solo he hecho una parte del trabajo. Digamos que a estas alturas que mi ordenador este ordenado se ha convertido en algo tan imposible como que mi habitación lo esté. De alguna forma haciendo esto es como si también organizara mi vida donde se engloban mis sentimientos más profundos. Ahora de lo único que tengo ganas es que de las cosas no cambien pero sigan avanzando.

Viviendo el presente

Había perdido la capacidad de pensar en el futuro, y por mucho que intentara imaginarlo, no lo veía, no veía nada en absoluto. El único futuro que me había pertenecido era el presente que estaba viviendo y la lucha por permanecer en ese presente había borrado gradualmente lo demás. Ya no tenía ideas. Los momentos se desplegaban uno tras otro y en cada momento el futuro se alzaba delante de mí como un vacío, una página en blanco de incertidumbre. Si la vida era una historia, y cada persona era el autor de su propia historia, entonces yo me la iba inventando sobre la marcha. Trabajaba sin argumento, escribiendo cada frase según me venía y negándome a pensar en la siguiente. Todo eso estaba muy bien, pero ahora no se trataba de si era capaz de escribir la historia improvisándola. Eso ya lo había hecho. La cuestión era qué iba a hacer cuando la pluma se quedara sin tinta...

Estas palabras expresan por completo cada uno de mis sentimientos. El principal motivo por el que me siento incapaz de imaginar un futuro es porque nunca sabes que ocurrirá. Admiro su manera de ilusionarse y la facilidad de entregarse a alguien que acaba de conocer. A mi me cuesta ilusionarme, confiar en las personas y sobre todo mostrar mis sentimientos sin embargo sigo cometiendo errores. Prefiero que las cosas sucedan poco a poco y escribir un fragmento breve pero lleno de sentimientos reales.

Detalles que no tienen precio

Cada vez estoy más convencida que las mejores cosas de la vida son gratis. Detalles tan simples como una palabra o una mirada no cuestan nada pero llegan al corazón. El mejor día que recuerdo de todo lo vivido durante este año ha sido en la celebración de mi cumpleaños. Estaba nerviosa deseando que llegara el momento y con miedo por si las cosas no salían bien pero al final supero mis expectativas. Todo el campo decorado al estilo ibicenco y más allá de las cosas superficiales el tiempo que habían dedicado a hacer aquellos dibujos, colocar los farolillos, cubrir todo con sabanas blancas.. Cuando me quitaron la venda de los ojos y vi a todos mis amigos me sentí tan afortunada que me hubieran faltado palabras para agradecerlo. No suelo ser demasiado expresiva pero no solo sonreí más que nunca sino que además me pase la noche dando besos y abrazos. No hay mejor sentimiento que el amor en cualquiera de sus facetas..

Senti.. qué?

- ¿Qué eres? ¿Lesbiana, hetero, ambas cosas?
- No me van las etiquetas
- Parece que a todos los demás en el mundo, si ¿No me lo vas a decir?
- ¿Realmente importa?

No me gustan las etiquetas pero llega un momento en el que tienes que asumir lo que sientes. Desde pequeños nos educan con la idea de que los hombres deben amar a las mujeres y lo mismo debe ocurrir al contrario. Así que es normal que conforme vamos creciendo sigamos las ideas del amor convencional. Siempre he tenido claro que me gustaban los hombres pero a veces me pregunto qué hubiera pasado si desde un principio hubiera comprendido que el amor está más allá de amar a un hombre o a una mujer. Quizás mi amor platónico de la infancia no hubiera sido Nick Carter de los Backstreet boys y se hubiera convertido en Victoria de las Spice girls.. o probablemente nada hubiera cambiado. Desde el momento en el que me di cuenta que me gustaban las mujeres me empecé a considerar bisexual. Un término que siempre había criticado desde la ignorancia ya que podía comprender que un hombre se sintiera atraído por una mujer o por otro hombre pero jamás que pudiera sentir atracción por a ambos. El diccionario define la palabra bisexual como aquella persona que alterna relaciones heterosexuales con relaciones homosexuales y aunque su definición puede resultar ambigua me parece fácil definirse de esta manera. Aunque yo como leí en un blog que sigo desde hace poco “Cada vez camino más por la otra acera que por mitad de la calle”.

Resquicios de ilusión

Estoy nerviosa, inquieta, preocupada, impaciente y entusiasmada. Durante estos últimos meses necesitaba que llegara esta semana que va a comenzar. Las cosas no han cambiado demasiado ya que sigo sintiendo miedo pero necesito aclarar un poco mi futuro para poder empezar a construir sobre él. Supongo que es inevitable que nuestra cabeza se llene de ilusiones y construya como quiere que suceda todo lo que todavía no ha ocurrido. Se trata de uno de los pocos aspectos de mi vida en los que no tengo dudas, estoy segura de lo que quiero y no pararé hasta conseguirlo. Aun así supongo que hay una serie de factores que me llevan a tener las cosas mucho más claras. Como tú dices: “..Significaría estar contigo todos los días”.

Momentos de confusión

A todo el mundo le gusta sentirse querido. El problema es que a veces la situación se nos va de las manos. Espero no ser la única persona en el mundo que da mil vueltas a cada pequeña tontería. Últimamente estoy bastante confundida y quizás sea el miedo el que me impide tener las cosas claras. Probablemente tengo miedo a encontrarte, y no reconocerte.

Cometer más errores

Como dijo el gran Jorge Luis Borges, uno de los escritores que más admiro, cuando ya le quedaba poco por vivir: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida. En la próxima, trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho me tomaría muy pocas cosas con seriedad. Sería menos higiénico, correría más riesgos. Haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida. Claro que tuve momentos de alegría, pero si pudiese volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos. Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, solo de momentos. No te pierdas el ahora.” Sé que hay enseñanzas que nunca podremos cumplir del todo. Aun así me gustaría que cada una de estas palabras empezara a cobrar gran importancia en mi vida. Espero que todavía me quede mucho por vivir y con el tiempo poder escribir “Lo conseguí”.

Un libro equivocado

A veces se me acumulan tantos pensamientos que soy incapaz de escribir hasta que consigo ordenarlos por completo. Hace poco mientras paseaba por los pasillos de un establecimiento donde suelo hojear libros encontré uno que me llamo especialmente la atención. Tenía una portada oscura pero con colores vivos y eso fue lo que me hizo cogerlo de la estantería. Empecé a leer la parte de atrás con cierta curiosidad y hubo una frase en concreto con la que me sentí identificada. No creo en el amor a primera vista pero de haber sido así lo hubiera considerado como tal. Así que conforme pasaron los días decidí comprar aquel libro porque necesitaba introducirme entre cada una de sus páginas. No era un libro que en otras condiciones me hubiera llamado la atención pero me arriesgue a apostar por él. Lo empecé con cierta ilusión pero pagina a pagina me fue decepcionando hasta llegar a un punto en el que no quise continuar. A modo de metáfora es la única forma en la que se me ha ocurrido explicar dos frases celebres que dicen lo siguiente: “En la vida nada es lo que parece” y “Quien no arriesga no gana”. Probablemente si no hubiera comprado aquel libro me hubiera arrepentido durante toda mi vida ya que es necesario aceptar que hay veces en las que cometemos el error de confiar en el libro equivocado..